martes, 17 de abril de 2012

Alberto Manuel Brenes (1870-1948)







El 2 de setiembre del año 1870 nació en la Villa de San Ramón, en el hogar de doña Catalina Brenes, un niño que fue bautizado con el nombre de Alberto Manuel de Jesús.  Este niño, desde temprana edad demostró devoción por el estudio, especialmente por la botánica. Cursó los estu­dios primarios en la Escuela de Párvulos que dirigía el maestro don Leovigildo Monge. Después de terminarlos, trabajó en la botica del doctor Hine, médico del Pueblo en aquel tiempo, del que recibió las primeras lecciones de botánica. Posteriormente cursó estudios superiores en su pueblo natal, en el Colegio Horacio Mann, que fue fundando por el Lic. don Julián Volio en San Ramón, cuando estuvo confinado por el Gobierno  a residir en aquel lugar.

Joven de inteligencia despejada, de criterio analítico, se destacó en forma sobresaliente entre sus compañeros, lo que le conquistó el estímulo y ayuda de sus amigos para que se trasladara a San José a completar los estudios de segunda enseñanza en el Liceo de Costa Rica, donde obtuvo el bachillerato. Durante las vacaciones se trasladaba a San Ramón y recorría los bosques cercanos, para coleccionar ejemplares para sus primeros  herbarios.

El Gobierno del Lic. don Bernardo Soto, en premio a su talento y a sus esfuerzos de investigador en el campo de la botánica, le concedió una beca y lo envió a Francia, para que cursara estudios superiores en la Universidad de la Sorbona. Allí permaneció los primeros años, y después se trasladó a Suiza, donde en la Universidad de Ginebra obtuvo el título de doctor en Ciencias Naturales.  Una vez que obtuvo el doctorado, tropezó con dificultades económicas, lo que lo obligó a regresar a Costa Rica. El presbítero José Piñeiro y Gil, sacerdote de nacionalidad española; que en ese  tiempo desempeñaba el curato de San Ramónpagó los pasajes de su bolsillo, para que el joven Brenes regresara a su patria.

De regreso a Costa Rica, trabajó como profesor en la Escuela de Farmacia, en el Colegio  San LuisGonzaga de Cartago y en la Escuela Normal de Heredia.

En la administración de don Julio Acosta se le nombró Jefe de la Sección Botánica del Museo Nacionaldonde desplegó una actividad extraordinaria en la colección de plantas de nuestros bosques. Se calcula que todos los herbarios coleccionados por el profesor Brenes a través de su vida de investigador, ascienden a la cifra de 29000 números.

Se trasladaba de su oficina a los bosques lejanos, especialmente al norte de la ciudad de San Ramón, en la cordillera de Tilarán, y allí vivía meses enteros, alejado del bullicio de las ciudades, entre la  lluvia y el frío, consagrado a sus investigaciones científicas y al descubrimiento de nuevas especies de Orquídeas, que después iban a  enriquecer  los libros de botánica y los museos de Estados Unidos y de Europa.

En una de sus excursiones a la montaña descubrió en los cerros de Pata de Gallo, en los montes del Aguacate, la existencia  de "Cinchona pubescens", planta de la que se extrae la quinina, y que se encuentra en forma natural en pocos países de América, entre ellos Costa Rica.

Mantuvo el Profesor don Alberto Manuel Brenes correspondencia con muchos científicos de Estados Unidos y de Europa, y su nombre es mejor conocido en el extranjero que en su suelo nativo.

En las memorias de la Secretaría de Educación de la época, en los informes del Director del Museo Nacional en la Revista de los Archivos Nacionales, al abrir sus páginas, se encuentra la labor de este Sabio humilde, que nunca hizo alarde de sus méritos ni de sus conocimientos y pasó por la Vida incomprendido para los profanos de la ciencia, pero admirado y reconocido por verdaderas cumbres del saber humano, fuera de las fronteras del suelo que lo vio nacer.

El Profesor don Juvenal Valerio Rodríguez, Director del Museo Nacional, en Informe de fecha 14 de enero de 1938, dirigido al Secretario de Estado en el Despacho de Educación Pública, con referencia a la labor del Profesor Brenes, dice lo siguiente:
"Las plantas recogidas por el señor don Alberto M. Brenes en diferentes fechas y localidades, cuyas determinaciones del exterior llegaron al Museo en el año 1937, dan setenta y una especies nuevas para la ciencia"

El Director del Museo enumera una lista de las nuevas plantas descubiertas, que en los libros de botánica se les conoce como "brenesias", como un reconocimiento a su descubridor.

Sigue diciendo el profesor Valerio Rodríguez en su informe:

"7362 de la segunda serie, recogidas por el señor Alberto Ml. Brenes de 1921 a 1937, han sido montadas en la Sección Botánica y se encuentran incorporadas al Herbario Nacional, lo que implica una labor de gran cuidado y mucho mérito, que nos permite conocer cada día mejor nuestra Flora.-"
"639 plantas determinadas en el exterior han sido devueltas al Museo Nacional,  a solicitud nuestra, por ser ejemplares únicos.  De esas plantas han venido montadas en cartón 812 especímenes, de las cuales 284 corresponden al señor Brenes"

En el informe del profesor Valerio Rodríguez, Director del Museo Nacional, a la Secretaria de Educación correspondiente al año 1939, en las páginas 4 y 5  dice lo siguiente:

"A principios de este año el Estado ha premiado con la jubilación, la larga y eficiente labor de nuestro Botánico Nacional, profesor don Alberto M. Brenes. Trabajó don Alberto por el incremento de la Sección Botánica del Museo Nacional y por el incremento de la ciencia misma, durante largos veinte años; durante los cuales fue siempre el maestro competente y cariñoso para cuantos buscaron su ayuda en la iniciación en los estudios botánicos.

   A él - de quien podríamos decir que trasladó su cátedra de los Colegios para servirla en el Museo-, se debe toda la joven generación de amantes de la Botánica, de  quienes hay mucho que esperar, seguidores como son de las doctrinas del maestro. A principios de este año - decía -, fue  acordada la jubilación del Profesor Brenes, pero é1 no quiso retirarse: quería dar aún a la institución sus esfuerzos y trabajo hasta finalizar el año, dando así el más hermoso gesto de abnegación, del cual está  llena su vida ejemplar".-
"De la obra de don Alberto ha dicho el doctor Standley en la Flora of Costa Rica:

De los costarricenses que han prestado seria atención a la  flora nativa, sobresale por su trabajo el Profesor Alberto M. Brenes, Botánico del Museo Nacional, por muchos años, y quien ha llevado adelante por todo el país, el trabajo de exploración emprendido por Pittier, con inigualable fervor y devoción ha continuado sus colecciones hasta el presente y ha acumulado un herbario de más de 20.000 números. Por el volumen  y valor de sus colecciones, no tiene rival en Centro América. En realidad, es incuestionable, si alguien lo ha sobrepasado aun en la América del Sur si no sean aquellos botánicos como Sruce, Glaziou y Ducke en el Brasil".

"El profesor Brenes -continúa diciendo Standley- ha sido en extremo afortunado al poder incluir en esta Flora la Colección única, no obstante que representa muchas distintas regiones, éstas vienen en su mayor parte de las montañas de San Ramón, un centro de inagotable variedad botánica, que ilustra bien la riqueza floral de una región de las montañas de Costa Rica. Ninguna otra región de Centro América ha sido tan intensamente estudiada, y la Flora de la región de San Ramón es ahora mejor conocida que cualquier otra área centroamericana de  igua1 extensión, sino sea la zona del Canal de Panamá, o Morelia en México. Qué fortuna seria para la ciencia botánica, poder contar con muchos colectores de tanto empeño y minucio­sidad".

Después del juicio del Director del Museo de Nueva York, Doctor Standley,  sobre el profesor don Alberto Manuel Brenes, cualquier opi­nión de nuestra parte está demás.  Es indudable que su ilustre personalidad en el campo de la Botánica, a cuyo estudio consagró toda su vida, fue más conocida en los campos científicos del mundo que en su propia patria, inclusive San Ramón, su pueblo natal. Humilde hasta el extremo, nunca hizo alarde de sus grandes  conocimientos, ni de sus títulos académicos obtenidos en las mejores universidades de Europa.  Vivió toda su vida estudiando la Naturaleza y tratando de descifrar sus misterios. Tuvo poco contacto con los hombres, excepto con sus alumnos de escuelas y colegios. Como un monje solitario, vivió alejado de la sociedad, en el silencio de la selva, entre pája­ros, plantas y flores, para clasificarlas en forma científica y enriquecer, ­- como dice el Profesor Valerio Rodríguez -, como ningún otro costarricense,  el Herbario del Museo Nacional.

En el año 1939 se le jubiló con la suma de doscientos cincuenta  colones  (Ë250.oo), cuando cum-plió 69 año, que fue la recompensa con que el Estado premió sus eminentes servicios prestados a Costa Rica, que llevaron el nombre del humilde sabio a los centros científicos del mundo. ­

Murió el profesor don Alberto Manuel Brenes el 28 de ma­yo del año 1948.  No deja  ningún capital, solamente una pequeña casa con una biblioteca,  surtida con libros en latín, alemán, francés, portugués y español, que fue el único tesoro, con las colecciones de sus orquídeas, que dejó a la posteridad.


Luis Ángel Salas Fonseca (1915-1999)


Don Luis Ángel Salas nació en la Ciudad de Atenas, provincia de Alajuela, Costa Rica, el 1 de junio de
1915. Cursó la enseñanza primaria en las escuelas Ascensión Esquivel y República de Guatemala y la
secundaria en el Instituto de Alajuela, todas ellas instituciones públicas de la provincia de Alajuela. Desde aquellos primeros años demostró un gran interés por las ciencias y el deporte. Desde 1935, cuando empezó, y por casi una década, se destacó en el ámbito deportivo profesional como portero titular en el equipo de fútbol de la Liga Deportiva Alajuelense, donde sus grandes atajadas le dieron la membresía en la portería de la Selección Nacional de Costa Rica. Combinó sus habilidades deportivas en la cancha de fútbol con los libros en la Universidad, hasta que sus obligaciones con la agronomía, lo apartaron definitivamente de su deporte favorito.
En 1937 obtiene el Bachillerato en Ciencias Agrícolas, y en 1939 se gradúa como Ingeniero Agrónomo de la Escuela Nacional de Agricultura, la que a partir de 1941 pasaría a ser la Facultad de Agronomía, nombrada recientemente como Facultad de Ciencias Agroalimentarias, en la Universidad de Costa Rica. El Ingeniero Salas, o como cariñosamente lo llamamos, don Luis Ángel, es uno de los pioneros en la docencia de la profesión de la Licenciatura en Ingeniería Agronómica de Costa Rica. El 7 de diciembre de 1940 se casa con doña Grace Muñoz de Salas; con su soporte y apoyo, don Luis Ángel Salas se enfoca en la agricultura y el manejo de plagas.
De 1940 a 1942, trabajó en la Universidad de Costa Rica como profesor de Entomología, lo cual lo impulsó a buscar una especialización en los Estados Unidos de América. Es así como durante el período de la Segunda Guerra Mundial, don Luis Ángel Salas estudió Entomología en el "Agricultural and
Mechanical College of Texas (Texas A&M)" donde, en 1944, obtuvo su Maestría en Ciencias.
A su regreso a Costa Rica, firmó un contrato con el Ministerio de Agricultura y Cría de Venezuela,
donde trabajó durante casi 6 años, y donde entre 1949 y 1950 fue Jefe de la División de..Entomología y Zoología del Instituto Nacional de Agricultura de dicho Ministerio. Su desempeño en ese país y su visionaria habilidad lo llevarían..nuevamente a Costa Rica, a mediados de los años 50, como profesor de Zoología de Invertebrados en la Facultad de Agronomía. Durante ese tiempo, don Luis Ángel Salas visualizó
la necesidad para el país de contar con otras especialidades, como la Acarología, Nematología, Control
Biológico y Sistemática, en razón de lo cual regresó a los Estados Unidos para estudiar estas disciplinas en la Universidad de California (Berkeley) y la Universidad de Florida (Gainesville), donde obtuvo diplomados en estas ciencias en 1958 y 1960, respectivamente. En 1961, don Luis Ángel Salas es nombrado Decano de la Facultad de Agronomía de laUniversidad de Costa Rica; además, durante ese mismo período fue miembro del Consejo Universitario, y de varias comisiones y juntas, en las que, con sus valiosos
aportes, contribuyó al desarrollo de lo que hoy es la Universidad de Costa Rica. Entre sus principales contribuciones están el diseño de los planes de estudio de las carreras en Agricultura, la obtención del terreno y la construcción del edificio que..alberga a la actual Facultad de Ciencias Agroalimentarias. En 1962 fundó la cátedra de Acarología. Durante su administración, modernizó los laboratorios de Entomología  y Nematología; asimismo, realizó múltiples gestiones para que muchos de los profesores y profesionales
de la Universidad realicen estudios de doctorado y maestría en el exterior. En sus labores como miembro
de la Junta de Ahorro y Préstamo de la Universidad ayudó a todos los trabajadores de la institución a
conseguir un sentimiento de superación y llevar una vida digna. Como indica el Ingeniero Agrónomo
Gilbert Fuentes González, en un homenaje póstumo, con la frase “Nunca tantos debieron a tan pocos …”,
durante su discurso de inauguración del XI Congreso Nacional Agronómico y de Recursos Naturales y del
V Congreso Nacional de Entomología, actividades dedicadas al Ing. Salas por sus notables contribuciones al desarrollo de la Agricultura y Entomología costarricenses.
De 1962 a 1976 desempeñó el cargo de Presidente de la Fundación Nacional de Clubes 4-S de Costa
Rica, a la cual brindó una dedicación extraordinaria, en apoyo a la implementación de programas dirigidos a jóvenes de zonas rurales de Costa Rica. Como miembro y socio fundador del Club de Leones de San
Pedro, por más de 25 años, colaboró en programas de desarrollo y soporte a la comunidad costarricense.
En 1966 fue nombrado Profesor Asociado de la Universidad de Costa Rica. En 1967 viajó a Holanda,
donde realizó estudios de posgrado en Nematología. En este mismo año, Don Luis Ángel Salas fue nombrado Presidente de la Conferencia Internacional de la FAO sobre el Mundo Joven pro Agricultura y
Desarrollo, llevada a cabo en Toronto, Canadá. En 1968 fue nombrado Catedrático de la Universidad de
Costa Rica. Desde 1969 a 1985 se desempeñó como Profesor de Acarología y Nematología de la Facultad de Agronomía. En 1986 fue nombrado Profesor Emérito de la Universidad de Costa Rica...En sus casi 50 años de dedicación continua a la enseñanza y el desarrollo de la Agricultura, Nematología, Acarología y
Entomología, miles de estudiantes pasamos por sus aulas, tanto teóricas como de laboratorio, y quienes
tuvimos la oportunidad de ser sus asistentes aprendimos tanto de su conocimiento científico como de sus
cualidades humanas. Aun a sus 73 años de edad, Don Luis Ángel Salas realizó giras por todo el país, desde las llanuras de Guanacaste hasta las laderas del volcán Irazú, con el fin de recolectar material para el laboratorio de Acarología, con su fiel asistente de muchos años, Tec. Justo Azofeifa...El material, recolectado en bolsas plásticas, estaba conformado por frutas, ramas y suelo, todo ello para obtener los diminutos ácaros con la meta de incrementar la colección de referencia de ácaros fitoparásitos de la Universidad.

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Don Luis Ángel Salas tuvo la visión de dotar de personal altamente calificado, así como de la infraestructura necesaria que sustentó el desarrollo de los Programas de Agronomía en la Facultad de Ciencias Agroalimentarias. Fue el fundador de una escuela multidisciplinaria, con varias generaciones de profesionales de éxito en la Entomología, Acarología y Nematología, en el ámbito nacional e internacional.
Su trabajo en la Agricultura influyó en tres generaciones de profesionales y profesores de la Facultad, empezando por sus colegas, Ing. Fabio Baudrit, Ing. Alberto Sáenz Maroto, Dr. Rodrigo Gámez Lobo,
Ing. Álvaro Cordero, Ing. Jorge Mario Delgado, Ing. Rodrigo Pinto, Ing. Gilberto “Gato” Gutiérrez, Ing. entre otros.
 Poseía finas cualidades, entre ellas el análisis minucioso de sus observaciones de campo, la recopilación paciente de cientos de datos y la búsqueda de la respuesta más ética al problema; cualidades que fueron el sustento de su desarrollo como científico y profesor. Don Luis Ángel Salas falleció el 16 de octubre de 1999; le sobreviven su esposa, doña Grace Muñoz de Salas, y sus tres hijos, Luis Guillermo, Mario y Dennis.